Hoy os recomendamos un disco, en el que se combina el jazz y el cancionero popular español que los milicianos y las brigadas internacionales adaptaron durante la guerra civil, con letras antifascistas escritas entre otros por Bertold Brecht. Podéis escucharlo completo aquí arriba y aquí abajo os dejamos el análisis que del disco hace Gonzalo Aróstegui en su recomendable blog Ragged Glory.
Registrado en abril de 1969, Liberation Music Orchestra es el nombre del espléndido disco de Charlie Haden al que nos estamos refiriendo, pero también el de un proyecto mucho más amplio que, además de título, es un grupo musical creado por Haden. En la primera cara del elepé, la banda convierte en free jazz el cancionero popular español de la Guerra Civil, audaz ejercicio en el que se cuelan cual fantasmas grabaciones antiguas de dicho cancionero. Entre The Introduction y The Ending To The First Side —composiciones de Carla Bley—, escuchamos cómo el folclore hispano hecho símbolo de resistencia renace transformado en vanguardia artística en la ciudad de Nueva York tres décadas más tarde con los arreglos de la mencionada Bley.
La segunda cara se abre con un tema de Charlie Haden que protagoniza su espectacular contrabajo, aunque el saxo de Dewey Redmanbusque imponerse en un momento dado. Song For Chè es un soberbio homenaje a la figura del Che Guevara, luchador y revolucionario admirado por Haden. War Orphans es un original de Ornette Coleman, a quien el contrabajista de Ohio, como es sabido, está unido ineluctablemente. El piano de Carla Bley lidera la interpretación de la banda, cuyos vientos fríos y espectrales bien podrían ser las llamadas de auxilio de los huérfanos de guerra que dan nombre al tema. Un interludio de Bley así llamado (The Interlude) da paso a Circus '68 '69, reflexión artística sobre la convención del Partido Demócrata de 1968 y las protestas de las delegaciones de Nueva York y California por la postura del partido ante la Guerra del Vietnam, las cuales, según relata Haden, cantaron el mítico We Shall Overcome, que hace breve acto de presencia para finalizar el elepé. Deja claro Charlie Haden, pues, su compromiso y posicionamiento políticos sin renunciar al más alto refinamiento creativo, algo plenamente compatible en mi opinión, pero que en ocasiones genera dudas. El arte ajeno al debate ideológico es tan válido como el que se implica en él, mojándose sobre cuestiones controvertidas que son tan parte de la vida como las manzanas retratadas en un bodegón.
Desde una óptica claramente izquierdista, antiimperialista y anticapitalista construyeron Haden y sus acompañantes (sumemos a los mencionados a Gato Barbieri, Don Cherry, Paul Motian o Sam Brown, entre otros) este Liberation Music Orchestra del que hoy hemos querido hablar, un disco para recordar que el fascismo hizo daño ayer y lo sigue haciendo hoy mientras que asistimos a una puesta en escena jazzística de primera categoría.
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